Nuestra Iglesia " Diócesis de Pasencia"

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domingo, 21 de febrero de 2010

CELEBRADA LAS XVIII JORNADAS DIOCENAS DE PASTORAL OBRERA



SECRETARIADO DIOCESANO DE PASTORAL OBRERA

XVIIIª JORNADAS DIOCENAS DE PASTORAL OBRERA
14 de Febrero, 2010.

CRISIS FINANCIERA, CRISIS DE DECENCIA Y DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.

COMUNICADO

Desde el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera queremos, una vez más, mostrar nuestra solidaridad y compromiso con las víctimas de la actual crisis económico-financiera-religiosa y moral. Ellas son realmente nuestra preocupación. Así lo hemos constatado con las tres experiencias expuestas: padre de familia, joven “despedido” y joven emigrante con su trabajo “indecente”. No podemos anunciar el Evangelio si no somos la Iglesia samaritana que siente compasión de quiénes, al borde del camino “lo asaltaron unos bandidos, lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto” (Lc 10, 30).

Eso es lo que les está ocurriendo a los 112.245 parados de nuestra región de Extremadura, presentes en nuestros barrios y en nuestros pueblos; a tantos que tienen un trabajo tan precario e “indecente” que no les da para salir de la situación de pobreza, a tantas familias hipotecadas e incapaces de llegar a fin de mes, a tantos emigrantes que salieron de sus países huyendo de una crisis permanente y encuentran aquí precariedad y rechazo (cfr. Cáritas in veritate, 63). Inmigrantes a los que les damos derechos o se los quitamos según nos sean o no útiles, como ha quedado claro en la Reforma de la nueva Ley de Extranjería (cfr. CV 62).

Y esto ha ocurrido por la usura y avaricia de hombres y mujeres de negocios sin piedad, que han sacralizado la búsqueda del propio beneficio por encima de todo. Ha ocurrido por unas estructuras de pecado que hacen posible poner como criterio de vida la injusticia y la desigualdad, por un sistema económico que no responde a las verdaderas necesidades humanas y, especialmente, a la de los más pobres y que no es compatible con el desarrollo humano y con el Evangelio (cfr. CV 21, 32, 35).

Porque esta crisis económica es, ante todo, una crisis religioso y moral. Una crisis de valores que ha dejado en el camino de la historia a tantos empobrecidos, tanto sufrimiento y tanta indignidad (cfr. CV 43).

Pero también es una llamada a las personas de buena voluntad, especialmente a los cristianos. Se acerca la Cuaresma, tiempo de “gracia y de salvación”, tiempo de conversión y compromiso social, de poner en práctica el “amor cristiano” (cfr. CV 71).

Por todo ello queremos comprometernos y mostrar nuestro apoyo a todas las iniciativas encaminadas a buscar soluciones verdaderamente justas que creen un empleo decente y que posibiliten a las familias de nuestros barrios y comunidades vivir con dignidad. Estamos convencidos de que antes o después volveremos a crecer económicamente, pero si no construimos una economía de comunión que ponga en el centro a la persona, especialmente a los más débiles, y que distribuya la riqueza con justicia, volveremos a caer en otra crisis peor que ésta.


Al terminar nuestras XVIII Jornadas Diocesanas de Pastoral Obrera en la que hemos reflexionado sobre la crisis y hemos denunciado los “valores” que la sustentan, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia y, en concreto de la Encíclica, Cáritas in veritate, de Benedicto XVI. Hemos acordado:


1º.- Celebrar una VIGILIA para orar y denunciar la crisis.
2º.- Enviar un CUESTIONARIO a todas las comunidades cristianas para descubrir las consecuencias de la crisis y el qué hacer y cómo con quienes la sufren.

Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera
Secretariado Diocesano de Pastoral Familiar.
Secretariado Diocesano de Migraciones.
Secretariado Diocesano de Pastoral de la Salud.
Delegación Episcopal de Cáritas Diocesana.

Delegación Diocesana de Apostolado Seglar.

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