Más
de medio millar de personas se concentraron en Plasencia.
(La Crónica
de Plasencia)
Los placentinos no son
habituales de las concentraciones, pero ayer, (19 julio 2012) más de medio
millar se reunieron en la plaza Mayor de la ciudad para protestar por las
últimas medidas del Gobierno.
Profesores; funcionarios
municipales; dependientes; bomberos; sindicalistas; jubilados; padres con sus
hijos e incluso algún perro lucieron carteles en contra de unos recortes con
los que “quieren hacer desaparecer a la clase media y crear un país con ricos y
pobres”, en palabras de un portavoz de un colectivo de pensionistas.
La concentración la había organizado
la Plataforma por un Empleo Digno y a ella se sumaron también responsables políticos
y militantes de IU, PSOE, UPEx. Con silbatos, cacerolas y muchos carteles,
dieron una vuelta a la plaza Mayor tras una pancarta que rezaba: “Contra los
recortes. Concentración y lucha”.
Posteriormente
se leyó el siguiente comunicado:
Desde que comenzó la crisis estamos escuchando que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hay que arreglarlo entre todos.
Desde que comenzó la crisis estamos escuchando que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hay que arreglarlo entre todos.
La economía española está
profundamente endeudada con el exterior.
Observando los datos
comprobamos que, el endeudamiento público –el del Gobierno del país, de las
comunidades autónomas y de los ayuntamientos ha sido realmente reducido.
Reducido en comparación con otros países y reducido en comparación con el endeudamiento
de hogares y empresas. En el año 2007, al inicio de la crisis, las deudas del
Gobierno eran del 50% del Producto Interior Bruto mientras que las deudas de
las familias rozaban el 100% y las de las empresas alcanzaban el 200%.
Según el Fondo Monetario
Internacional, el 10% más rico de los hogares tiene a día de hoy el 40% de las
deudas totales de los hogares, mientras que el 95% de las deudas empresariales
pertenecen a las grandes empresas –aquellas con más de 250 empleados-. Estos
datos señalan que los más ricos se endeudan por cantidades muy superiores y
hacen crecer extraordinariamente la deuda total de la economía española.
El Banco de España ha
confirmado este hecho y asegura que sólo un 16,5% de los hogares más pobres
tiene alguna deuda pendiente, mientras que ese porcentaje es del 64,7% entre
los hogares más ricos.
Así pues, no todos hemos
vivido por encima de nuestras posibilidades. Más bien
podríamos afirmar que son los más ricos los que han vivido por encima
de nuestras posibilidades, puesto que su creciente endeudamiento ha sido
socializado por los distintos gobiernos nacionales y actualmente lo estamos
pagando la mayoría con altas tasas de paro y menores ingresos con los que hacer
frente a unas deudas muy inferiores.
Esto se llama estafa,
robo, extorsión.
El gobierno de Rajoy acaba
de anunciar las medidas que le ha impuesto la llamada troika –Fondo Monetario
Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo-, y que sin lugar a
dudas conducirán a la economía española a un abismo económico y social.
El gobierno español está
empobreciendo aún más a los trabajadores. El gobierno sube el IVA en dos de sus
tramos (el normal, hasta el 21%, y el reducido, hasta el 10%), rebaja las
cotizaciones sociales, reduce las prestaciones sociales por desempleo y retira
prestaciones a los trabajadores públicos.
Fondo Monetario, Comisión Europea y Banco Central Europeo entiende que en
España hay una importante dualidad en el trabajo, con una parte de la población
siendo fija y otra siendo temporal. La solución, según su visión, consiste en
rebajar las condiciones de los de “arriba” para equipararlas a los de
“abajo” y acabar así con los incentivos perversos en la contratación. Si los
salarios bajan, los empresarios contratarán trabajadores y la actividad
económica se recuperará.
Los empresarios aseguran,
que el problema principal es la falta de demanda y la falta de crédito, y no
una cuestión salarial. Es la crisis y la desigualdad la que han llevado a que
el paro se dispare, no los bajos salarios.
Por otra parte, la reforma
del sistema financiero es sólo para tapar agujeros creados por la borrachera de
crédito que tuvieron las entidades y que ahora estamos pagando entre todos.
Pero aunque se tapen con éxito todos los agujeros, el sistema financiero no
volverá a dar créditos por dos razones: en primer lugar porque las empresas y
hogares están excesivamente endeudados y lo que tratan es reducir esa deuda, no
incrementarla, y en segundo lugar porque ningún banco dará créditos en una
situación de crisis y donde la probabilidad de recuperar el dinero es muy
reducida.
El problema fundamental es
que España carece de un modelo de crecimiento estable. Se ha hundido su modelo
basado en el crédito y ahora no tiene cómo volver a crecer y crear empleo
El Plan de recortes
presentado por el Presidente del Gobierno ante el Congreso de los Diputados,
respondiendo a las exigencias planteadas por el memorándum aprobado por el
ECOFIN el día 10 de julio pasado, es una agresión sin precedentes a los
derechos del conjunto de la ciudadanía y muy especialmente a los trabajadores y
trabajadoras, a las personas en paro, a quienes tienen un empleo público o
cobran una pensión.
Es un ataque a los
fundamentos que hicieron posible nuestro actual sistema constitucional y a los
principios de la democracia. Lejos de ser una salida hacia adelante de la
crisis es una regresión económica y social y significa una involución
democrática.
Rechazamos cualquier
compromiso con esta medida. Mariano Rajoy se ha situado frente a los
trabajadores y trabajadoras, y frente al interés nacional. Ha ido aún más lejos
que las 32 imposiciones; las ha interpretado en clave de decisiones
especialmente lesivas para los trabajadores.
La subida del IVA golpea más
a los sectores populares porque se trata de uno de los impuestos más injustos.
Con esa medida se debilita el consumo, y por tanto se agrava la crisis
económica y se perjudica el empleo. La medida pone contra las cuerdas a las pequeñas
empresas y los autónomos
Se hace a la CEOE un nuevo
regalo, que refuerza el maná de la reforma laboral, propiciando un mayor
trasvase de rentas salariales a rentas empresariales.
Se reduce la prestación por
desempleo y se dificulta el acceso a otras prestaciones cuando aquéllas ya no
se perciben.
Los recortes en las
retribuciones de los empleados públicos constituyen una medida cobarde e
injusta del Gobierno, que busca su culpabilización y una aplicación fácil. Se
viola la seguridad jurídica de los contratos establecida en la Constitución y
se incumple la negociación colectiva.
Atacando a los empleados
públicos se contribuye al desguace del Estado y con él al retroceso de los
derechos y libertades democráticas.
Se limitan los derechos de
representación democrática en un intento de trasladar a la población la idea de
que la democracia es cara.
Los Ayuntamientos, la
institución democrática más cercana a la ciudadanía no pueden ser debilitados
porque entonces la democracia pierde sentido y calidad.
Sí hay alternativas y
propuestas para racionalizar el gasto público y combatir la corrupción. Hay
muchas medidas eficaces para hacerlo sin necesidad de reducir las retribuciones
en el sector público. Entre ellas, la incompatibilidad de retribuciones públicas
para los cargos electos o de confianza, la incompatibilidad para ser alcalde,
diputado autonómico o diputado en el Parlamento, la modificación de la Ley de
Contratos de las Administraciones Públicas y la adopción de medidas eficaces
para controlar la idoneidad del gasto, con la colaboración de los empleados
públicos.
A ello hay que añadir una
Ley para una reforma justa y progresiva del sistema fiscal y para combatir el
fraude y la economía sumergida
Esta situación merece una
respuesta que de forma global, coordinada y unitaria plantee un nuevo modelo
productivo, con un contenido social y democrático que confronte con la ofensiva
del capital, que defienda la solidaridad frente al recorte.
Llamamos, a toda la
población a participar activamente en cuantas movilizaciones sean
convocadas y a preparar las acciones generales que, sin duda, van a ser
convocadas en el futuro.
Es preciso que la calle hable. Es preciso que todos y todas nos movilicemos contra los recortes sociales.
Es preciso que la calle hable. Es preciso que todos y todas nos movilicemos contra los recortes sociales.
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